Cómo dibujar un círculo

Puedes hacerlo como quieras. Así es como yo lo hago…

Traza un círculo en el suelo con una varita, un athame, la mano o un dedo. Uses lo que uses, no hace falta que toque el suelo. Solo tienes que apuntar hacia él.

Visualiza la energía protectora que sale de ti y dirígela hacia abajo con el brazo con el que estás dibujando el círculo, por lo general la mano dominante. Centra la energía en tu herramienta mágicas y visualiza que de ella sale un haz de luz que se fija en el suelo.

A algunos practicantes les gusta trazar el círculo varias veces, por ejemplo, una vez para la protección, otra para la concentración y otra para el poder. Pero esto no es necesario. A otros les gusta poner el nombre de los cuatro elementos en los cuartos (oeste, sur, este y norte; y aire, fuego, agua y tierra), en especial si el ritual comporta invocar la presencia de lo Divino.

Otras veces el círculo puede estar señalado con velas, piedras, cuerda o algún otro límite físico. Independiente de todo eso, suele imaginarse como una esfera o una cúpula de energía.

Cuando mejor sea tu visualización, mejor es tu círculo. Tómate el tiempo que precises y concéntrate.

Tu ceremonia necesita un escenario seguro y lleno de significado personal y colectivo. Una vez que hemos dibujado el círculo, podemos iniciar la ceremonia.

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